PRIMER CAPITULO:
Muchos consideran la literatura del romanticismo
como fuente inspiradora de la libertad de creación y… -resuena esa voz conocida
en mi lejana mente-
-¿cierto señorita Prettel?-
¿ah? ¿Es conmigo? ¡diablos! no preste
atención lo cual es raro en clase de literatura donde me siento como pez en el
agua, sí, soy una come libros, no lo puedo evitar, nada comparado en las
clases de Química donde yo soy el agua y los hidrocarburos son el aceite,
simplemente no nos mezclamos.
El profesor de literatura me mira y frunce el ceño sabe que he estado bastante
distraída esta mañana, abro ligeramente la boca para decir algo pero no se me
ocurre nada, nada ¡diablos!- trago
saliva-Dios Prettel ¿cómo sales de esta?
y justo en ese momento en donde todas las mirada están sobre mi incluyendo la
del profesor suena el timbre para cambiar de materia-continuamos en la próxima
clase-dice el profesor- ¡Aleluya!- me he
salvado, otra que te debo Dios, apuntalo en la
factura-
me dirijo hacia la puerta cuando el torbellino Susana me lleva por delante
-Préstame tus apuntes de historia- dice mascando un chicle sabor a fresa que
desteto porque le pinta los labios rojo fulana.
-hoy hay examen, no creo que alcancemos a revisar los apuntes-respondo.
-¡hoy hay examen!-repite
no puedo evitar poner los ojos en blanco siempre tan distraída la pequeña
Susana, no es alta y detesta no serlo, de hecho yo y Bárbara somos las más
altas de la clase.
-no importa tu me lo dices- y ahí está la pequeña solución que siempre me
involucra a mí, y ponerme a discutir con ella acerca de que siempre no voy a
estar ahí para solucionar sus problemas no serviría de nada a la larga siempre
me termina convenciendo porque su maravilloso poder de convencimiento, que de
hecho da miedo, funciona tan bien sobre las personas, decirle que si en un
principio a Susana Williams es la mejor opción que una persona sensata puede
hacer, se ahorra mucho esfuerzo, garganta y tiempo.
No puedo evitar sonreír en mis adentros cuando el profesor de historia me
cambia de puesto, Susana me mira alarmada-lo
siento Susi debiste estudiar-.
El examen esta
fácil, claro para quien estudio y eso no incluye a Susana que de mala gana se
cansa de hacerme señas y entrega el examen cuando el profesor indica que ya se
ha acabado el tiempo.
-¡Emma Prettel estas
muerta! –me reclama con una de esas miradas asesinas señalándome desde su asiento y todos se abren para
admirar el espectáculo-malditos cobardes.Final del formularioeexamen entrse cansa de
haceremdese sfd sghs n
-el profesor me estaba vigilando, ¿que querías que
hiciera? –Miento- estudia la próxima vez
vaga.
-estudia la próxima vez-interrumpe Bárbara como si acabara de leer mis
pensamientos-y suelta una carcajada, Bárbara Mutis, la persona más risueña que
conozco se ríe absolutamente de todo y de todos, sobre todo de nosotras, somos
sus payasitas de circo pero si a ella la
hace feliz a nosotras no nos disgusta, se ríe de cosas cotidianas que nos
pasan, de cosas bobas que decimos y en especial y su favorita sin duda que es
cuando yo me tropiezo lo cual sucede muy a menudo
Es altas, ojos mieles, cabello cobrizo rebelde pero sexy y como era de
esperarse todos los chicos están detrás de su bien surtida anatomía, pero ella
no le da la hora a ninguno, es seria cuando la ocasión lo requiere, tiene alma
de justiciera y es la abogada del pueblo como afirma el coordinador-¡otra vez
usted señorita Mutis es que no se cansa de ser la abogada del pueblo!-así era
ella y así la queríamos, aun cuando seamos sus payasitas de circo.
-
Pero ustedes saben que a mí no me interesa nada de
lo que haya pasado hace 100 años-dicen Susana a modo de explicación-y además
Salí anoche con Mark al cine a hacer lo que ustedes no hacen… -los ojos de
ambas se nos abrieron como platos.
-
¡Divertirme!- termina la frase
-
Yo me divierto, a mi manera pero me divierto.
-
Emma, si tu idea de diversión tiene que ver con
libros entonces no me interesa-¿pero Qué
demon?- A claro si estoy hablando con
Susana Williams que piensa que todas las chicas deben tener las hormonas alborotadas
por la pubertad como ella y claro más novios que dedos en los pies.
-
Entonces cuando pierdas historia, ¿Mark te ayudara a
recuperarla?-el sarcasmo es otra cosa que le iba bien a Bárbara-Susana cruza
los brazos en señal de enojo pero Barbará la ignora.
Susana Williams es bajita, de contextura delgada y de ojos negros
desafiantes, el único símbolo que se sabe de memoria en la tabla periódica es
el del oxigeno porque sin él no podría respirar, es cínica y leal y conoce muy
bien a los hombres a salido con ellos desde los 13 años y hace con ellos los
que le venga en gana, a pesar de no ser tan atractiva Susana sabia manipular la
situación para salir beneficiada y conseguir lo que quiere(no es una de mis
cosas favoritas de ella), siempre ha obtenido lo que quiere, su madre se lo
había dado todo tal vez creyendo que las cosas materiales podían sustituir
la figura paternal, ella no habla mucho
acerca de él (Gabriel, creo que se llama), y yo no la obliga hacerlo, no deja
que nadie la intimide y es extremadamente desafiante.
La última hora de clases es la que menos le prestó atención y creo que todo el mundo hace lo
mismo, estoy harta de que el profesor de ética diga lo malos que somos y que la
profesora de religión diga que nos iremos al infierno porque somos unos
pecadores (como si ella fuera una santa) bueno, ella es una monja así que creo
que va por ese camino, pero de todas maneras en esta vida ¿quién no ha pecado?
Veo el pecado en carne y hueso cuando me dirijo a la escuela; la vecina que
sale en bata transparente que cubre a penas lo necesario de su cuerpo a recoger
el periódico justamente cuando el marido de su mejor amiga sale para el trabajo
y que casualidad que él nunca encuentra las llaves- partida de pervertidos- el borracho que le pega a su mujer con la
puerta abierta o el carnicero que vende la carne por las nubes sabiendo que el
precio del ganado bovino esta por los pisos. Todos somos pecadores pero algunos
no tiene el coraje de demostrarlo y tratan de remediarlo haciendo obras de
caridad, no para salvar las almas desamparadas sino las suyas de las llamas del
infierno.
En la clase de la señorita
Morgan (la monjita) todos teníamos que sentarnos erectos, las manos
juntas en el frente de la silla y el uniforme debía estar absolutamente
impecable lo cual era casi imposible debido a que su materia era una de las
últimas y por mucho que nos esforzáramos siempre el sudor, las manos sucias y el relleno de los pasteles de arándanos(los
más baratos por cierto, pero los más sabrosos de la tienda) nos jugaban una
mala pasada.
-
Señorita Williams,
¿es lo que veo una mancha de relleno de arándano en su uniforme? – ¡Dios! La señorita Morgan sí que ve bien
a pesar de que ya está entrando a los 50 y Susana se había sentado casi al
final de la fila, poco antes de entrar Susana me había preguntado si se notaba mucho y yo le dije que si
se sentaba detrás de mí la cegata de la señorita Morgan no se daría cuenta,
pero ahora veo que me equivoque.
¡Respóndame!-quiso saber la señorita Morgan ante el
silencio de Susana.
-
Siiii –respondió Susana mostrando aun más la
mancha.
-
Inmediatamente vaya al baño y trate limpiarse, y no
quiero verla sino está usted decente-Susana
por favor comporte y no hagas ningún berrinche-claro señorita Morgan lo que
usted diga-bueno por lo menos se comporto,
con un tono sutil de sarcasmo, pero a fin de cuentas se comporto.
***
Susana no
regreso, creo que ni siguiera entro al baño a quitarse la mancha, supongo que
estará por ahí fumándose algún cigarrillo (odio que haga eso) y oyendo música
en su celular. El timbre sonó gracias a
Dios y ya para mañana teníamos que
entregar un ensayo de 4 páginas sobre el libro de Ester, me alegre, ese es el
libro que más me gustaba de la biblia, así que supuse que sería bastante fácil
la tarea de la señorita Morgan, al menos para mí.
La salida de clases es bastante
complicada debido a que todos esos estudiantes hambrientos de libertad
quieren pasar sobre ti como una manada de elefantes si te descuidas, trate en
vano de buscar a susy pero me fue imposible, creo que se termino aburriendo y
se marcho a casa, así que me fui a casa con Barbará y Liz. Nuestra casa está
muy cerca de la escuela así que no es necesario tomar el autobús y a mí me
gusta mucho caminar nos da tiempo de
pensar y hablar un poco acerca del día.
- -¿Porque susy no regresaría al salón?-pregunto Liz.
- - Seguramente no estaba lo suficientemente decente
para la señorita Morgan-respondo sabiendo que a Susana poco le interesaba la
amenaza de la señorita Morgan.
- - Por favor quien no querría huir de la señorita
Morgan, esa monjita es muy obstinada y ahora ese ensayo, yo no sé nada de la
tal Ester –dijo Bárbara-quise reírme, los pucheros que Bárbara hace soy muy
chistoso parece niña chiquita.
- - A mí me parece una buena tarea, Ester es una de las
pocas mujeres de la biblia que nos
enseña acerca de la paciencia, la sabiduría y también que las mujeres somos
capaces de hacer lo que sea-farfullo Liz-la pequeña y dulce Liz, a menudo me
hace recordar al personaje de Beth en Mujercitas
siempre tan dulce, tímida y reservada;
y no puede creer que sea amiga nuestra, muchos creen que somos una mala
influencia para ella, pero es todo lo contrario, es ella quien es la Buena
influencia para nosotras, las 4 somos una combinación de la mujer perfecta: la
dulzura de Liz, la bien surtida anatomía de Bárbara y su sentido de la
justicia, el carácter imponente y el sentido de manipulación de Susana y yo…
eh…. No lo sé… creo que la señorita Prettel
tiene el don de la retorica con esos montones de libros que se lee-eso
es lo que dice mi hermano, así que creo que ese es mi aporte para la mujer perfecta.